Limpieza de cutis Cellulem Block

 

Incluso aunque no te maquilles, es necesario limpiar la piel a diario para eliminar restos de la crema hidratante, el polvo y la contaminación de la calle que ensucia y obstruye los poros del rostro.

 

Qué es una limpieza facial profesional

 

Aunque limpiemos nuestra piel todos los días, siempre quedan restos que exigen un tratamiento más profundo. La limpieza facial profesional completa nuestros pequeños rituales de limpieza cotidianos. No es un sistema para parecer más joven; su objetivo es limpiar en profundidad células muertas y feas espinillas y tonificar los músculos de la cara gracias a los masajes.

Ventajas de la limpieza facial

Una vez terminada la limpieza facial, la piel está preparada para aprovechar al máximo las propiedades de los cosméticos que usamos a diario. Con la limpieza facial hidratamos, eliminamos toxinas, se reduce el acné (menos poros obstruidos) y relajamos y mejoramos la circulación de la cara, ganando en tersura y elasticidad.

En qué consiste una limpieza facial profesional

 

Una limpieza facial puede durar entre 50 minutos y una hora y media. La limpieza facial básica tiene tres partes distintas: limpieza propiamente dicha, masaje tonificante y nutrición.

Limpieza facial: para ello se aplican distintos productos que limpian la parte superficial de la cara. A continuación se abren los poros mediante vapor para drenar las impurezas gracias a productos especiales. Cada piel (seca, grasa o mixta) necesitará un tipo de producto distinto.

Masaje: en este punto es importante cerrar los poros y descongestionar la piel despuÈs del drenaje. Se aplican productos en gel o crema y se da un masaje relajante y tonificante.

Nutrición: la piel ya está lista para aprovechar al máximo los nutrientes y vitaminas de las mascarillas u otros tratamientos que vengan a continuación.

Cada cuánto tiempo debe hacerse una limpieza facial

No hay una respuesta única. El mínimo es una vez al año, el máximo depende de cada tipo de piel. Una piel normal puede hacerse una limpieza de cutis cada tres o cuatro meses. Las pieles maduras o muy secas necesitan más ayuda, con lo que deberían hacerse una cada seis semanas como mucho. Las pieles más problemáticas pueden necesitar una limpieza incluso más a menudo.